Políticas

1. Análisis de causal y generar mejoramiento a fin de evitar o disminuir su ocurrencia.
2. Fortalecer una cultura justa de seguridad, mediante sensibilización, capacitación, participación efectiva en la implementación de la política y comprensión de la multicausalidad del problema.
3. Alcanzar Procesos de atención seguros, fortaleciendo la gestión del riesgo.
4. Establecer alianzas de pacientes, familiares y profesionales de la salud que faciliten la comunicación asertiva, trabajo en equipo y corresponsabilidad.

El lavado de manos permite llevar a cabo todas las tareas asistenciales con un máximo nivel de higiene es fundamental para reducir la incidencia de las enfermedades infecciosas evitables.

Varios estudios comprueban que las manos constituyen el vehículo predominante para la diseminación de los microorganismos, dado que ellas son las herramientas utilizadas para el trabajo.

La contaminación bacteriana de las manos de los trabajadores de salud aumenta progresivamente durante la atención rutinaria de pacientes y es influenciada por el tipo de actividad efectuada durante la atención.

1. Informe al paciente y / o cuidador el riesgo que tiene de desarrollar una caída. Luego entregue al paciente y/o cuidador el listado de medidas preventivas que debe tener en cuenta para evitar una caída tanto en casa como hospitalariamente, explicándole al paciente y/o cuidador las medidas que debe tomar y como ejecutarlas. Por ultimo solicite al paciente y/o cuidador que repita las medidas que debe tomar para evitar las caídas y asegúrese de su comprensión.
2. Si se trata de niños, se le recordará al padre o acompañante que el menor estará bajo su custodia y supervisión para disminuir el riesgo de caídas intrainstitucionales. Sin embargo, tenga en cuenta que la responsabilidad sobre la seguridad de paciente dentro de la institución es nuestra.
3. En caso de adultos mayores o pacientes con limitación funcional importante (marcha con dificultad, uso de muletas, bastón o caminador, etc.); desde el ingreso, se debe ofrecer silla de ruedas para el desplazamiento del usuario dentro de la institución y recomendar el acompañamiento permanente de un familiar o acompañante adulto. Sin embargo, tenga en cuenta que la responsabilidad sobre la seguridad de paciente dentro de la institución es nuestra.
4. En caso de pacientes con ceguera se le recordará al acompañante que el paciente está bajo su custodia y supervisión para disminuir el riesgo de caídas intrainstitucionales. Si el paciente llega sólo a la institución o con un acompañante igualmente limitado; tanto el personal de vigilancia y orientación, como el personal de enfermería y el profesional en salud deben entregar al paciente de un servicio al otro garantizando el acompañamiento del mismo para la movilización en la institución. (Ejemplo: llega el paciente al centro de salud con bastón refiriendo que tiene ceguera y sin acompañante; el vigilante solicita por radio el acompañamiento del paciente hasta el servicio al que debe acudir, por alguno de sus compañeros. El orientador que acude al acompañamiento, entrega al paciente al personal de enfermería del piso correspondiente quien lleva al paciente hasta el consultorio. Allí el profesional en salud hace su respectiva revisión o procedimiento y al egreso acompaña al paciente hasta donde el personal de enfermería quien lo lleva hasta la puerta de salida de la institución o solicita por teléfono al personal de orientación el acompañamiento para el egreso del paciente).
5. Durante la atención del paciente, el equipo de salud debe tener en cuenta la habilidad del paciente para comprender y seguir instrucciones.
6. Cuando el paciente use silla de ruedas, indíquele que se suba y se baje de la misma colocando siempre el freno para mantenerla en su lugar. Para mayor comodidad y facilitar el paso de una superficie a la silla evitando la probabilidad de caerse mueva el reposapiés o el reposabrazos (si se puede) o quítelos completamente (si se puede).